La palmera (Livistona sp) se encuentra emplazada en un pequeño cantero al frente de la casa. Tiene unos 5,5 metros de altura.
Las hojas son palmadas, y sus puntas caen dándole un aspecto llovido. En la base foliar hay una gran cantidad de tejidos color amarronado o rojizo que se va desprendiendo junto con las hojas a medida que envejecen.
Los frutos están dispuestos en inflorescencias, entre las hojas (intrafoliares).
Los frutos, del aspecto de una oliva, son de color verde, y al madurar toman un color negruzco o violáceo. Pueden cortarse con serrucho o podón (una tijera de mango largo, que la de más fuerza, cómo se muestra en esta foto)
El estípite (o tronco) se ensancha levemente en la base y es común ver algunas raíces superficiales.
Su textura es estriada, como la piel de un elefante.
En esta propiedad en particular, los frutos son una molestia porque atascan los rieles del portón del garaje. Y además en el adoquín, debido a su gran cantidad pueden ser una verdadera molestia.