Se las considera PALUSTRES, porque están adaptadas para vivir con sus raíces sumergidas, por ejemplo en las márgenes de los ríos o en zonas anegadas. Sus raices y varas poseen aerénquimas (células que mueren dejando espacios libres dentro de tejidos) que le permiten realizar un correcto intercambio de gases en la respiración.
Tiene una alta capacidad para reproducirce (tanto en tierra como en maceta) asegurándonos su perdurabilidad.
De mantenimiento muy simple, sólo deben cortarse las varas viejas bien a la base cuando se ponen amarillas.
Estas bellezas de pelucas verdes que se mecen con el viento, únicamente necesitan agua para permanecer erguidas y que sus varas no se partan con el viento.
DIVISIÓN DE MATAS:
Esta técnica de reproducción asexual, se practica en múltiples especies botánicas.
Es muy efectiva, ya que se obtienen nuevos individuos completos (raiz y cormo).
En la siguiente secuencia se muestra como se procede a dividir papiros.
La planta orginal, ya se extrajeron algunas matas.
Se ve como el brote más nuevo del rizoma se asoma del borde de la maceta. este signos nos indica que es el momento apropiado para transplantar o dividir.
Las herramientas son muy simples: Un serrucho zapallero para cortar los terrones con las raíces, y una tijera de mano.
Es fundamental, eliminar todas las partes aéreas innecesarias. No importa que estén verdes.
El objetivo es evitar que la planta se seque por evaporación excesiva antes de que pueda generar nuevas raíces. Las varas se cortan hasta la base y se dejan sólo una o dos (las más jóvenes) como testigo.
Las nuevas matas pueden plantarse en tierra fértil o poner en un balde con agua a enraizar previamente.