Muchas enredaderas, poseen sus propios órganos de sujeción. Raíces adventicias, apéndices como sopapitas, zarcillos.
Pero también hay un grupo de enredaderas que poseen tallos volubles, con la capacidad de enroscarse sobre algo.
En este trabajo, se utilizaron tarugos y pitones abiertos, y luego se unieron entre sí con alambre galvanizado fino. Este casi no se nota.
La vista general, muestra el soporte como un "pentagrama".
Esta forma favorece la brotación lateral de las yemas axilares de la planta.
Al colocarse los tallos "acostados" o en forma horizontal, se modifica la polaridad de la planta y se reestablece un balance entre las hormonas de la misma. Esta proporción entre auxinas y citoquinas, determina si la planta dará yemas vegetativas (verdes) o floríferas (de flor).
En esta imagen, se ve a derecha la planta vieja, ya con sus ramas conducidas hacia los costados y las plantas nuevas que aún deben crecer para poder ser sujetadas.
Un dato importante es que haya espacio entre la pared y los tallitos, por eso los pitones son muy útiles.
También debe cuidarse, que las ataduras sean sueltas para evitar el estrangulamiento de los tallos al desarrollarse.